¿Te parece que es difícil montar una habitación infantil? La de un bebé es bastante sencilla, pero cuando crecen, los niños van teniendo una serie de necesidades nuevas que debes cubrir. Pero, tranquila, que te vamos a dar una serie de consejos para decorar una habitación infantil. Y, lo mejor de todo, ¡para qué pueda usar la habitación durante muchos años!
Un color atemporal para las paredes
¿No quieres tener que estar pintando las paredes cada dos por tres? Pues elige un color atemporal y que pegue con la personalidad de tus hijos.
De buenas a primeras, te diremos que el azul y el verde son los mejores colores para pintar un cuarto infantil. ¿El motivo? Son dos colores relajantes, que según varios estudios han demostrado que ayudan a relajar la mente a la hora de dormir, y garantizan un buen descanso. Por otro, estos colores mejoran la concentración a la hora de estudiar.
Otros colores adecuados podría ser un gris, un marrón chocolate si la habitación tiene bastante luz natural o un color tipo tierra. También puedes pintar las paredes en dos colores, destacando una de ellas, por ejemplo, en la que se encuentre la cama, y el resto en un tono más suave.
Mejor un conjunto de muebles que por separado
¿Quieres ahorrar al montar la habitación infantil de tu hijo? Pues lo mejor que puedes hacer es comprar todo un conjunto de muebles que sean de una sola pieza. Una solución ideal apra cuando hay que decorar habitaciones infantiles pequeñas o si es para una habitación que comparten dos hijos. Por ejemplo, el conjunto de camas tipo tren que, además, cuentan con un armario y escritorios.
Con un conjunto como este ahorrarás bastante dinero, y le darás a tu hijo todo lo que pueda necesitar durante varios años. O, si la habitación es muy pequeña, pero solo la va a usar un niño, ¿por qué no comprar un dormitorio con cama abatible? Así la cama estará escondida salvo en el momento de dormir, cosa que ahorrará bastante en espacio.
Una zona de entretenimiento
¿No quieres sufrir dolores de cabeza por estar oyendo at u hijo jugar en el salón mientras intentas relajarte viendo la televisión? ¿O cuándo intentas terminar algo del trabajo, pero no te dejan?
La solución es sencilla: dedica una zona de la habitación a que se convierta en su zona de entretenimiento personal. Esto es fácil de conseguir, pues basta con poner una alfombra llamativa y algo para sentarse. Aunque las sillas y las mesas bajas son graciosas, estas le servirán por muy pocos años.
Así que compra algo que resulte un poco más práctico para tu hijo, y que pueda seguir usando, aunque sea adolescente, como unos puff pera junto con una pequeña mesa auxiliar. Podrá tirarse sobre el puff para leer, ponerse a pintar o jugar con la consola.
Una cama extra, por si acaso
Es cierto que a los hijos les gusta mucho eso de invitar amigos a quedarse a dormir. Y por eso suelen querer tener una cama auxiliar en casa. Pero, lejos de eso, siempre viene bien tener una cama auxiliar en el dormitorio. Lo que, es más, si compras una cama nido con cajones, tendrá espacio de almacenaje para guardar sus juguetes.